WASHINGTON — El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, presentó el jueves una legislación que reafirma que los presidentes no tienen inmunidad para acciones penales, en un intento de revertir la histórica decisión de la Corte Suprema del mes pasado.
El proyecto de ley No Kings de Schumer intentaría invalidar la decisión al declarar que los presidentes no son inmunes al derecho penal y aclarar que el Congreso, no la Corte Suprema, determina a quién se aplica el derecho penal federal.
La mayoría conservadora de la corte decidió julio primero, que los presidentes tienen amplia inmunidad de procesamiento penal por acciones tomadas dentro de sus funciones oficiales, una decisión que puso en duda el caso del Departamento de Justicia contra el expresidente republicano Donald Trump por sus esfuerzos para revocar su derrota electoral de 2020.
Schumer, de Nueva York, dijo que el Congreso tiene la obligación y la autoridad constitucional de verificar la decisión de la Corte Suprema.
“Dadas las implicaciones peligrosas y consecuentes del fallo de la corte, la legislación sería el método más rápido y eficiente para corregir el grave precedente que presentó el fallo de Trump”, dijo.
El proyecto de ley del Senado, que cuenta con más de dos docenas de copatrocinadores demócratas, surge después de que el presidente Joe Biden pidiera a los legisladores a principios de esta semana que ratificaran una enmienda constitucional que limita la inmunidad presidencial, junto con el establecimiento de límites de mandato y un código de ética ejecutable para los nueve jueces de la corte. El representante Joseph Morelle, demócrata por Nueva York, propuso recientemente una enmienda constitucional en la Cámara.
La decisión de inmunidad de la Corte Suprema sorprendió a Washington y provocó un fuerte disenso de los jueces liberales de la corte, que advirtieron sobre los peligros para la democracia, particularmente ahora que Trump busca regresar a la Casa Blanca.
Trump celebró la decisión como una “GRAN VICTORIA” en su plataforma de redes sociales, y los republicanos en el Congreso se unieron a él. Sin el apoyo del Partido Republicano, el proyecto de ley de Schumer tiene pocas posibilidades de aprobarse en la cámara estrechamente dividida.
Al hablar sobre la propuesta de Biden, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, dijo que la propuesta de Biden “destrozaría la Constitución”.
Una enmienda constitucional sería aún más difícil de aprobar. Una resolución de este tipo requiere una votación de dos tercios tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, algo muy poco possible en este momento de gobierno dividido, y la ratificación de tres cuartas partes de los estados. Ese proceso podría llevar varios años.
Aun así, los demócratas ven las propuestas como una advertencia a la corte y un esfuerzo que unirá a su base de votantes antes de las elecciones presidenciales.
La vicepresidenta Kamala Harris, que se enfrentará contra Trump en las elecciones de noviembre, anunció a principios de esta semana que las reformas son necesarias porque “hay una clara disaster de confianza que enfrenta la Corte Suprema”.
El título del proyecto de ley de Schumer recuerda la disidencia de la jueza Sonia Sotomayor en el caso, en la que comentó que “en cada uso del poder oficial, el presidente es ahora un rey por encima de la ley”.
La decisión “se burla del principio, elementary para nuestra Constitución y sistema de gobierno, de que ningún hombre está por encima de la ley”, defndió Sotomayor.
En el fallo, el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, escribió en nombre de la mayoría que “nuestra estructura constitucional de poderes separados, la naturaleza del poder presidencial, otorga al expresidente inmunidad absoluta frente a la persecución penal por acciones dentro de su autoridad constitucional concluyente y preclusiva”.
Pero Roberts insistió en que el presidente “no está por encima de la ley”.